Un análisis de los medios de
comunicación en la ciudad de Guadalajara
Vivimos en una sociedad que se caracteriza por su diversidad. Dentro
de la ciudad, convivimos personas de distintos grupos étnicos, creencias,
ideologías, edades, posturas políticas y hasta orientaciones sexuales. Todas
estas diferencias crean personajes únicos que se interrelacionan. Nuestro modo
de vida se encuentra basado en las relaciones que establecemos con otros, los
vínculos que creamos y la manera en la que conseguimos trabajar en conjunto
para alcanzar objetivos específicos.
Bueno, con los medios de comunicación debería ser un sistema similar y
sin embargo, en esta sociedad no es así. El control de los medios de
comunicación en Guadalajara lo tienen sólo unos pocos. No se presenta una
diversidad mediática de la cual los usuarios podamos disfrutar. Lo que sí es
que los grandes corporativos hacen un intento por disfrazar esta situación. Esto
lo logran al tener varias cadenas, las cuales difieren un poco entre sí. Pero
lo que verdaderamente hacen es transmitir la misma información de distintas
maneras, y lo hacen para llegar a públicos diferentes. El resultado es que
parece que hay una amplia variedad de opciones para consumir medios. Cuando la
realidad es que unas cuantas empresas los manejan y controlan la industria.
Resulta inevitable mencionar al duopolio mediático que se presenta con
Televisa y Televisión Azteca. Estas dos empresas tienen lo que se llama poder
fáctico en nuestro país. No se trata únicamente de poseer una cadena
televisiva, o dos, o tres. No sería tan grave si así fuera, la problemática
está en que han cruzado la línea que divide a la televisión de otros medios.
Estos grandes corporativos cuentan ya con empresas de televisión por cable, de
telefonía celular, Internet, Editoriales y hasta estaciones de radio. Y además,
son industrias con un alto nivel de influencia sobre la población. ¿Qué pasó
con la diversidad? ¿Y la competencia? No vamos a decir que no la haya, es sólo
que se trata de una “competencia” en la que no se compite, si acaso las otras
empresas pudieran figurar en el conteo de los medios verdaderamente no cuentan
con el poder de influencia y de alcance que tienen estos dos corporativos sobre
la sociedad mexicana y la tapatía.
El sistema mediático de Guadalajara tiene una clara tendencia hacia la
concentración mediática. Un ejemplo pueden ser las cadenas de radio. Los
radioescuchas tapatíos tienen una amplia gama para elegir qué desean oír en sus
traslados por la ciudad, o mientras están en casa o en cualquier momento.
Estaciones de radio hay muchas tanto en la frecuencia de AM como de FM. Los
contenidos de estas varían mucho y las hay para todos los gustos. Pero,
¿Alguien alguna vez se ha fijado que muchas de éstas pertenecen a la misma
radiodifusora? Podría parecer incongruente que las estaciones Planeta 94.7 y La
Z 107.5 sean parte de una misma empresa, pero así es. Y no sólo sucede con las
estaciones de radio.
En los periódicos sucede algo muy similar. El Mural es un diario muy
respetable en Guadalajara, tiene tendencias de derecha y altamente
conservadoras; es considerado el periódico más consumido por las clases media y
media alta tapatías. Sin embargo tiene un suplemento que podría fácilmente ser
su antítesis; El Metro, un pequeño periódico que va dirigido a un sector
completamente distinto de la población. Sus contenidos son mucho más gráficos y
tendenciosos, opta por redacciones simplistas y orientadas al morbo.
Lo que se trata decir es que el sistema mediático de Guadalajara
requiere de la participación de nuevas industrias ajenas a los grandes
corporativos para dar un balance a la difusión de información, para dotar al
espectador de distintas posturas y enfoques. Porque sí, claro que hay medios de
derecha, de izquierda y centrales; medios oficiales y bien reconocidos, así
como los que carecen de credibilidad pero tienen un alto nivel de influencia en
algunos sectores poblacionales. Pero al final de cuentas, quiénes se encargan
de manejar a estas industrias son unos pocos. Y ese no es un problema de la
ciudad de Guadalajara, es una situación que se ha ido viviendo en nuestro país
desde el mismo inicio de las tecnologías mediáticas.
Es necesario que la industria de los medios de comunicación atienda a
esta problemática ya que la población actual es cada vez más exigente con los
contenidos que recibe y que espera recibir. No somos la misma sociedad que
éramos al tiempo que se fundaron las grandes televisoras, radiodifusoras y
editoriales; hemos evolucionado. Y si la audiencia cambia, evoluciona y se dota
de herramientas de análisis de información, lo mínimo que pueden hacer estas
empresas es actualizarse, innovarse continuamente y crear espacios para la
inclusión de nuevas competencias que nivelen de alguna manera el control
mediático que se vive hoy en día.
Imaginemos un sistema mediático rico y variado, con empresas fundadas
por académicos, comunidades indígenas y empresarios. En el cual haya cabida
para cualquier tipo de información y contenidos. La audiencia tendría de dónde
escoger, sabiendo que son entidades verdaderamente distintas y no únicamente
una versión del periódico de prestigio para leer en el tren ligero. Guadalajara
requiere de una renovación mediática, antes de que los espectadores pierdan
todo el interés en sus medios.
1 comentario:
No puedo estar mas de acuerdo contigo. Los medios de comunicación deben cambiar no solo en Guadalajara si no en todo México, pero si es un buen inicio ocuparnos en lo local. Ojalá estas nuevas generaciones de comunicólogos traigan esa misma idea y energía que tu.
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