Ella despertó al constante golpe de una gota sobre el lavabo. Se levanta
extrañada al ver un entorno que en tanto difería al suyo, luego de echar una
ojeada por el sucio departamento llega a la fuente de tan insoportable ruido.
Inmundicia, es lo único que se atreve a pensar al situarse frente
a un espejo que da la impresión de no haber reflejado una imagen fidedigna en
mucho, mucho tiempo.
Clara respira profundo, baja la tapa del retrete y se sienta sobre
ella. Cubre su cara con la palma de sus manos y solloza en silencio. De nada
sirve evadir la realidad situándose en un lindo vecindario de árboles con forma
de patitos; aquí creció, este pequeño baño inmundo es, aunque le pese, su
origen.
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