sábado, 27 de septiembre de 2014

Nunca nadie, sólo yo

¿En qué momento me hice fuerte? ¿En qué momento adopté esta madurez que hoy me acompaña a todos lados, que se imprime en mi esencia y en el modo en que deambulo por ahí? Yo era quien se derrumbaba, yo era quien quería, se moría por ser rescatada. Y hoy, hoy rescato. Hoy no me caigo, hoy levanto. Quiero y voy a emprender tanto. Lo sé y me emociona, me sé fuerte, me sé estable y sólida. Hoy soy autónoma y sé que mis ideas son lo más valioso que tengo y soy. Son mías. Soy yo. Yo soy mis palabras, mis acciones y reacciones. Soy mis lágrimas y lo que me hace reír tanto. Soy mi neurosis, mi estrés y mis ganas de cambiarlo todo. Nunca nadie me podrá parar, sólo muerto me podrán callar.


11 de junio de 2014.

Desde el pasado nos dejamos huellas para el hoy. Palabras, consejos, pistas y recuerdos que nos hagan retomar el camino. La yo de septiembre se cayó y quiso ser levantada, perdió el empuje y perdió las ganas. Hoy junio rescata a septiembre. No hay necesidad de agentes externos, todo cabe.

27 de septiembre de 2014

viernes, 5 de septiembre de 2014

Mazapán

Hoy me veo en el espejo y no soy yo. Hoy mis ojos están vacíos, huecos, sin luz. Hoy no brillo. Y me doy cuenta, claro que me doy cuenta de todo lo que soy, todo lo que implica el hoy. Y me duele ver cómo se me desmoronan las ideas, las ganas, cómo se desmorona mi sentir.

Y se cae a pedazos la pantalla, y no me molesto en recoger los pedazos, en unirlos. Los veo desprenderse de mí y caer a un abismo que desconozco. Y no hago nada, observo mientras me deshago del idealismo. ¿Y qué soy yo sino idealista? ¿Qué me queda si se me caen las ideas? Si se me cae la fe. La expectativa corroe, remueve lo real y no deja más que una estela de posibilidades inciertas, de preguntas abiertas; signos de interrogación.

Estoica, ¿Quién diría? La que nunca para y que hoy se sienta a esperar. Cansada, desgastada y débil. Débil de ánimos y de creencias, todo endeble, todo es polvo. Finísimo polvo de cacahuate que como los recuerdos, se desintegra en el aire, se va.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Efectos secundarios

1.65 y aprox. 60kg. Piel blanca, casi tanto que pareciera estar enferma a veces; pelo largo, chino, rebelde y naranja. Diez mil millones de pecas que se postran dónde quieren; que cuando las saco al sol se emocionan y se encienden. Ojos grandes, ojos casi negros, ojos que hablan, ojos míos. Yo soy mis ideas, mis impulsos y mis ganas de comerme el mundo. Yo soy el color morado y ese modo de hablar tan fuerte y tan rápido. Yo soy transparente, yo soy intensa, llorona, aferrada, dramática y determinada. Yo soy la falta de vergüenza, yo soy la que canta a todo pulmón; en la regadera, en la calle, en el metro, en la oficina, en todos lados; y canto mal y no me importa. Yo soy la que calza del 3 y a veces compra zapatos en el departamento de niños, yo soy a la que ya le quedan sus pantalones viejos y no le gustan las dietas, odia el ejercicio y jamás podría dejar el café o una buena Pacífico helada.

Yo soy la que piensa en voz alta, la que cuando se emociona brinca, corre, rasguña y no para de hablar. Yo soy cursi y aunque lo niegue, muy rosa. Yo soy la mal pensada y la que no conoce el pudor, la que ya no tiene complejos. Yo soy el número 12, la cifra que ya no me importa. Yo soy 2 tatuajes y 8 aretes. Yo soy Marlboros rojos porque los Lucky pertenecen a las azoteas de Guadalajara. Yo soy The Beatles, Pink Floyd y Caifanes. Yo soy la que se muere de ganas, yo soy la que no duerme.

Yo soy la que pinta, la que lee, la que escribe, la que habla directo y sin rodeos. Yo soy la de la iniciativa, la que lucha, la que no se rinde, la que lo intenta, la que se desvive, la que todo siente, todo vive. Yo soy la que quiere hacer las cosas bien, yo soy la que quiere darlo todo, porque todo tiene. Yo soy mis buenas intenciones, mi disposición y mis ganas. Pero yo soy sólo 50, y si el otro 50 no lo es; yo soy efecto secundario.