viernes, 2 de noviembre de 2012

Muerte en proporción


Tacones enterrados en el césped, incómodos bobitos que revolotean por tu cara y no te dejan hablar por temor a que uno decida entrar a echar un vistazo a tu boca. Desproporcionados lentes oscuros y aunque negro, entallado vestido de diseñador que en el baño presumes a esa prima “Me lo trajo Julio de su último viaje de negocios a Milán”.

Pasarela de parientes lejanos y conocidos que cual actores de Televisa pasan frente a ti con cara no de que se hubiera muerto la abuelita, peor. Cara de tristeza extrema al recibir hoy jueves por la mañana , el suplemento social del peridic﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽l perijueves por la mañana , el suplemento Televisa pasan frente a ti con cara no de que se hubiera muerto la abuelitaódico para ver que en vez de publicar las fotos de la Primera Comunión de la beba, en primera plana sale una señora  hubiera muerto la abuelitaale una seotos de la Primera Comunicirente a ti con cara no de que se hubiera muerto la abuelitañora sin chiste en un eventillo creo que del cáncer de mama.

Escenario de pretensiones, lágrimas de cocodrilo y zapatos con piel del mismo. Aquí lo hay todo menos muerte, y si la hay, la verdad es muy discreta.

A no muchos kilómetros, con mandil de flores verdes y vestido bombacho a cuadros, Doña Claudia se arroja al pavimento desgarrando la gruesa piel de unas percudidas rodillas, cansadas de soportar el peso de la vida, propia y ajena.

–¡Me lo mataron! Esos hijos de la chingada me mataron a mi Joaco. Ay pero qué muchacho tan pendejo, yo le dije que no lo hiciera, que iba a acabar en la cárcel como su hermano El Toño. Pero nunca creí que me lo iban a matar. Y ahora, ¿Quién le va a dar de comer a los hijos, las suegras y hasta los pollos? Esos pinches pollos que nomás tragan y no me dejan hacer el quehacer. –“Vamos a vender los huevos jefita, nos vamos a hacer más ricos que los de la Bachoco, palabra de Dios”. Pues ahora, ni pollos, ni hijos, ni huevos.

–Vámonos Doña Claus, que no tardan en llegar los de la federal y pa’ que quiere más problemas, déjele la medallita y vámonos a la casa que aquí ya empezó a llegar mucha gente.

Muerte. ¿Fin o principio? ¿Clímax o desenlace? La muerte de la abuelita de noventa y cuatro años es tragedia y motivo de decenas de obituarios mientras que el asesinato del Joaco es una cifra más de la lucha contra el narco. Número decimal, centesimal, milesimal. ¿Qué tanto significa?

Hoy recordamos a los muertos, les lloramos con lágrimas de nostalgia obligada. Es genuino, no digo que no. Pero, ¿Qué pasaría si hubiera un obituario por cada alma que parte al día?

–Llévelo, llévelo, el nuevo periódico nacional. Nombre cara y profesión de cada uno de los mártires de esta bélica búsqueda por recuperar la paz que en algún momento creímos tener. Está de promoción, tan sólo tres pesitos y es de tiraje diario.

*CAT 0 % informativo. Las ganancias de este producto van directo a la construcción de un nuevo cementerio. Ya casi como el Teletón estamos inaugurando dos al año. Ayúdanos a llegar a la meta con tu apoyo.

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